Publicado por Alma

Investigadoras del CIM evaluando resultados de la utilización del anticuerpo monoclonal Anti-CD6 Foto: BioCubaFarma
Cada día se suman nuevos casos a la larga lista de personas que en el mundo resultan positivas al SARS CoV-2, un virus que no entiende de raza, estatus o poder, y que nos pone a todos en la misma balanza de igualdad frente a la posibilidad del contagio.
Ante tal escenario, la comunidad científica cubana ha volcado todos sus esfuerzos en la búsqueda de protocolos y tratamientos médicos, que ayuden a combatir esta pandemia global. A salvar vidas. Una de las instituciones que apuesta todo su conocimiento en este empeño es el Centro de Inmunología Molecular (CIM).
Según explicó su director general, Eduardo Ojito Magaz, –durante la comparecencia en el programa radiotelevisivo Mesa Redonda– este centro se involucró desde el comienzo en el enfrentamiento a la enfermedad, incluso antes de que se reportaran los primeros casos confirmados en Cuba.
Dicho actuar, añadió, fue posible a partir de la experiencia de la institución y su devenir en los campos de la innovación y la producción de medicamentos, desde que se fundó en 1994.
«El primer producto del CIM, que salió como candidato para ser utilizado por el personal de salud cubano para enfrentar la COVID-19 fue el anticuerpo monoclonal Anti-CD6 o Itolizumab que, originalmente, se ha empleado para tratar el Linfoma Cutáneo de células T y la Leucemia Linfocítica Crónica».