Esta ambulancia contribuirá a que las mujeres embarazadas con complicaciones se trasladen rápidamente a los centros salud y que durante ese trayecto reciban atención médica
Una ambulancia equipada con tecnología de punta y donada por el Gobierno de Japón y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) permitirá asistir a embarazadas reportadas de graves o en estado crítico, y que necesiten traslado urgente.
El embajador nipón Hirata Kenji, resaltó la solidaridad y la amistad entre los dos países, y dijo que ello forma parte del proyecto Fortalecimiento de la capacidad sanitaria para la crisis covid-19, firmado por su país y Unicef en octubre de 2021, reportó el sitio web del Minsap.
En el acto, realizado en la Base Nacional de Urgencias Médicas, Alejandra Trossero, representante de Unicef en Cuba, manifestó que, mediante el proyecto de cooperación, se fortaleció también la cadena de frío para la vacunación infantil.
El gobierno de #Japón de conjunto con el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia entregó este lunes una ambulancia de última generación para la asistencia de las gestantes en estado crítico#Cubahttps://t.co/eUKDlJnbyB— Periódico Granma (@Granma_Digital) February 27, 2023
La Organización de Naciones Unidas (ONU) mantiene hoy sus esfuerzos para apoyar a los niños en Haití, donde al menos 2,6 millones de menores necesitan asistencia vital.
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef, siglas en inglés) alerta en un reciente informe que el número de niños haitianos que necesitan ayuda humanitaria aumentó en medio millón durante los últimos dos años.
Las cifras se incrementan a la par de la violencia armada, combinado con el resurgimiento del cólera, la inseguridad alimentaria y la inflación, que limitan el acceso a servicios esenciales como la salud, nutrición, agua e higiene y educación para millones de infantes y sus familias.
Por ello, el organismo de ONU aboga por extender su respaldo con una contribución mayor.
De acuerdo con sus estimaciones, la respuesta humanitaria de la agencia en Haití recibió alrededor del 40 por ciento de los fondos necesarios el año pasado.
Esta cifra la convierte en el llamamiento con menos fondos de la operación de emergencia de Unicef en América Latina y el Caribe.
La organización apoya los esfuerzos por vacunar contra el cólera, reforzar la divulgación de buenas prácticas de salud, el acceso al agua potable, así como programas para la educación y a la atención médica, en particular a niños.
Sin embargo, estos resultan insuficientes en el panorama desolador que enfrenta la nación.
“Esta es una de las épocas más difíciles para ser niño, niña o adolescente en Haití desde el terremoto de 2010, y la situación empeora día a día”, reconoció Garry Conille, director regional de Unicef para América Latina y el Caribe durante una reciente visita al país.
“Con un acceso limitado a agua potable, alimentos asequibles, atención sanitaria básica y protección, los niños, niñas, adolescentes y sus familias están llegando a un punto crítico”, agregó citado por ONU.
A juicio del representante, es urgente un apoyo adicional para evitar una situación humanitaria peor en los próximos meses.
“La asistencia humanitaria (…), uno de los pocos salvavidas que les quedan, es un «tope» que impide que el país entre en una espiral de disturbios sociales, inseguridad, inestabilidad y más pobreza”, afirmó Conille.
Con beneficios palpables en el programa de inmunización del país, ya que los recursos donados contribuyen a fortalecer la cadena de frío y garantizar adecuados niveles inmunitarios en la población cubana, el proyecto Fortalecimiento de la capacidad del Sistema Nacional de Salud para la crisis de covid-19, continúa concretando resultados que redundan en la calidad de la asistencia sanitaria en la nación caribeña.
La iniciativa financiada por el gobierno de Japón y ejecutada por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) en Cuba, con la participación de autoridades cubanas, avanza luego de un año de implementación, y sus acciones beneficiarán a más de seis millones de personas, incluyendo a 1.2 millones de niños y niñas.
El policlínico Lidia y Clodomira, ubicado en el municipio capitalino de Regla, es uno de las 255 instituciones de la atención primaria de Salud y 13 hospitales del país, que han fortalecido su cadena de frío a partir de la adquisición de suministros médicos donados por el proyecto con este fin.
El centro de salud—que atiende más de 44 000 personas pertenecientes a tres consejos populares de este territorio y la zona este de Guanabacoa— fue sede hoy de la entrega de parte de este equipamiento, en presencia del Embajador de Japón en Cuba, Excmo. Sr. Hirata Kenji; la Sra. Alejandra Trossero, Representante Unicef; la viceministra primera del Ministerio de Comercio Exterior, Ana Teresita González Fraga, la doctora Carilda Peña García, viceministra de Higiene y Epidemiología del Ministerio de Salud Pública, y otras autoridades de salud del municipio, trabajadores, científicos y miembros del cuerpo diplomático en el país.
Gestado en el 2021, el proyecto conjunto ha tenido gran impacto para el sistema de salud, en tanto ha permitido el apoyo a la cadena de frío con equipos de alta tecnología para los vacunatorios en casi el 60% de los policlínicos del país, en siete provincias del territorio nacional, trascendió en el acto.
Asimismo, se subrayó el aporte significativo a centros científicos pertenecientes a BioCubaFarma, como el Instituto Finlay de Vacunas y el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB), vinculados al desarrollo de vacunas, con la adquisición de refrigeradores precalificados por la OMS, neveras, con sus controladores de temperatura y los icepack, así como con frezzer para el desarrollo de nuevos candidatos vacunales.
El Embajador de Japón en Cuba, Excmo. Sr. Hirata Kenji mostró su satisfacción por la colaboración conjunta entre su gobierno, Unicef y las autoridades cubanas, para hacer realidad una iniciativa que ayudase en la lucha contra la pandemia de covid-19, y apoyase la campaña de inmunización que desarrolló el país a partir del desarrollo de inmunógenos propios. “Gracias a esta campaña hoy Cuba controló la covid-19. Quiero felicitar al pueblo y gobierno cubanos, y a sus científicos, por esos logros”, señaló.
Hirata Kenji agregó que el impacto de este proyecto va más allá del control del coronavirus. “La cadena de frío, reforzada por este proyecto, también tiene impacto positivo para la campaña de vacunación de otro tipo, así como para la investigación científica y tecnológica. Me siento muy satisfecho de que Japón haya podido hacer algo bueno para nuestros amigos cubanos, en un momento importante”, dijo.
Subrayó que la iniciativa aún no termina, porque hay equipamiento que todavía no ha llegado al país y arribará próximamente, dijo.
“Hemos podido en un momento de mucha preocupación y urgencia para el país, como fue la covid-19 y las situaciones entorno a ello del año pasado, poder actuar rápidamente, y utilizar de alguna manera el contexto de la epidemia, para apoyar al pueblo cubano y sus instituciones de salud a fortalecer su cadena de frío, y sus sistema de salud”, apuntó Alejandra Trossero, representante de Unicef en Cuba.
Consideró que este proyecto no solo significa un apoyo directo frente a la epidemia de covid-19, sino también un beneficio a largo plazo, porque es una infraestructura que se queda en el país y sirve para continuar la vacunación. “Este proyecto va a beneficiar a más de seis millones de personas, incluyendo a un 1.2 millones de niños y niñas”, resaltó.
“Creo que esta contribución del pueblo y el gobierno de Japón hacen una gran diferencia en el país. Es un placer estar en un policlínico y ver de primera mano el proceso de vacunación, que es un orgullo para el país y para la región, y la utilidad del proyecto”, resaltó.
La viceministra primera del Mincex, Ana Teresita González Fraga, sostuvo que la inmunización es una prioridad del sistema de salud primario de Cuba. “Hemos llevado a cabo una vacunación muy grande para poder enfrentar la covid-19. Más del 90% de la población cubana está inmunizada contra esta enfermedad, incluyendo a los niños de más de dos años, lo que es un logro que nos permite hoy estar en las condiciones que estamos”, dijo.
“Para orgullo de Cuba nuestros niños hoy son inmunizados contra 13 enfermedades; ocho de esas vacunas se producen en nuestro país, en nuestros centros científicos. Este proyecto va a ser una contribución muy importante para continuar desarrollando un programa, que Cuba garantiza a pesar de las carencias y el bloqueo por lo que significa para la vida de nuestra población”, señaló González Fraga.
La viceministra agradeció al Gobierno japonés el apoyo, en un momento cuando Cuba estaba atravesando por el pico pandémico. Fue un momento en que incluso teníamos rota la fábrica de oxígeno y era de mucha tensión para el sistema nacional de salud, recordó.
González Fraga agradeció a los institutos de investigación que salvaron el país con la creación de cinco candidatos vacunales, tres de ellos actualmente con la categoría de vacunas y que permitieron inmunizar a la población cubana. “A Cuba le hubiera sido imposible adquirir vacunas para toda la población, las transnacionales farmacéuticas no nos las hubieran vendido. No para inmunizar a todos”, dijo la viceministra, que subrayó el rol protagónico del Ministerio de Salud para liderar el proceso.
La doctora Carilda Peña García, viceministra de Higiene y Epidemiología, del Ministerio de Salud Pública refirió que los donativos del proyecto han sido trascendentales para el logro de los resultados que hoy exhibe el país.
A nombre del Ministerio de Salud Pública agradeció al Gobierno de Japón y a la UNICEF por este proyecto, donde se ha fortalecido la cadena de frío de vacunas con la adquisición de equipos precalificados por la OMS como son: refrigeradores, termos, paquetes de hielo, termómetros de registro continuo, así como jeringuillas.
Peña García señaló a Cubadebate que en los últimos años el Gobierno de Japón, a través de la Agencia Japonesa de Cooperación Internacional (JICA) y otras instituciones, ha realizado importantes contribuciones a la salud cubana, con equipos médicos y piezas de repuestos, con el objetivo de fortalecer especialidades médicas como: Anatomía Patológica, Imagenología y Endoscopia.
“Por su parte la cooperación con Unicef nos ha ayudado a mantener los logros alcanzados en el ámbito de la salud materno-infantil, incluyendo el enfrentamiento a la pandemia de covid-19, con importantes donaciones de medicamentos e insumos. Contribuye anualmente con la donación del 70% de las dosis de vacuna PRS que se administran al año de vida”, explicó.
Destacó que en tiempos de pandemia no se afectó el Programa Ampliado de inmunizaciones, el cual mantuvo coberturas superiores al 98% para todas las vacunas del esquema de rutina y con ello se ratificó la eliminación de seis enfermedades, dos formas clínicas severas en el menor de un año y dos complicaciones clínicas graves. El resto de las inmunoprevenibles se encuentran bajo control con tasas de incidencia que no constituyen un problema de salud.
El hambre en el mundo vuelve a ocupar titulares. Los indicadores siempre están latentes ahí, pero la víspera nos lo recordaron el Programa Mundial de Alimentos (PMA), la Organización para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) cuando llamaron a los gobiernos de África a ocuparse más para garantizar la seguridad alimentaria en la región. El pronóstico es que para el próximo año 2023, la cifra de personas que padecerán hambre rondará los 50 millones.
Y 50 millones de personas es un número muy grande. Hay muchos países en el planeta que no tienen esa cantidad de habitantes.
La alerta llega con la petición de incrementar el apoyo a los distintos programas que existen para evitar la mala nutrición y la hambruna. También sugieren aplicar prácticas agrícolas sustentables, controlar los conflictos bélicos y trabajar por desarrollar las economías locales.
De acuerdo con las previsiones, solamente en África Central y Occidental pueden registrarse 35 millones de personas, de ellas 6.7 millones de niños, que no conseguirán mantener sus necesidades básicas de alimentación.
Las distintas entidades del ramo coinciden en que la crisis alimentaria hubiera sido perfectamente evitada si en el mundo no se hubieran dado determinadas condiciones como la inestabilidad política que genera, por ejemplo, las guerras, y con ella el desplazamiento forzoso de multitudes, situación que trae incertidumbre a familias enteras.
El cambio climático también es un factor que afecta la producción de alimentos. Para ello el PMA sugiere actitudes resilientes para la adaptación a las actuales condiciones medioambientales, como recuperar áreas y aplicar prácticas más resistentes.
De más reciente incorporación a las estadísticas se encuentra la pandemia de Covid-19, que paralizó las economías y aún el mundo no se recupera del todo de la depresión que ocasionó.
Cada vez estamos más cerca del 2030, la fecha pactada para haber eliminado muchos males mundiales, como el hambre. Sin embargo, cada año se supera el récord de niveles de hambruna. No creo que consigamos cumplir esa meta, pues la historia reciente demuestra lo estancados que estamos en los avances. Es muy difícil solucionar los conflictos que generan escasez y comprometen el acceso a los alimentos y a insumos importantes para la agricultura.
Continúa en manos de las grandes potencias impulsar planes más inclusivos. Llevará bastante esfuerzo.
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef, por sus siglas en inglés) reconoció el alto nivel de protección y desarrollo de la infancia en Cuba, que celebra hoy de Día del niño.
Investigaciones realizadas por ese organismo indicaron que “el Estado cubano demuestra una fuerte voluntad política para garantizar el bienestar de ese grupo social, especialmente en relación con la cobertura educativa y la atención a la salud materno-infantil”.
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Pese a las complejas transformaciones que se llevan a cabo en el país, ha habido en todo momento un compromiso explícito del Gobierno y sus instituciones de mantener los logros alcanzados en la protección de la infancia y la adolescencia, consignó el texto elabora a partir de los resultados de estudio.
Señaló, asimismo, que la tasa neta de matrícula en la enseñanza primaria es de 99,1 por ciento, y la bruta de escolarización en la educación secundaria de 96,4 por ciento, con altos índices de paridad de género en todos los niveles de enseñanza.
Por otra parte –apuntó- todos los nacimientos son registrados y 99,9 por ciento de los mismos ocurre en instituciones de salud, asistido por personal calificado.
Entre otros aspectos, la Unicef destacó la prioridad a la atención a las personas con discapacidad, como parte de una política social dirigida a elevar su calidad de vida y la igualdad de oportunidades.
Recientemente, el Ministerio de Salud Pública informó que 97,8 por ciento de los niños y adolescentes entre 2 y 18 años de edad cuenta con esquema completo de vacunación contra la Covid-19, tras la inmunización de más de un millón 919 mil 108 personas de esas edades.
Cuba celebra cada tercer domingo de julio, desde 1974, el Día de los Niños, para lo cual se programaron actividades culturales, deportivas y recreativas en sitios públicos en instituciones en todo el país.
De acuerdo con ambos organismos internacionales, entre enero y febrero de 2022 se notificaron casi 17 338 casos de sarampión en todo el mundo, frente a los 9 665 de los dos primeros meses de 2021
La Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) advirtieron sobre un aumento en la propagación de enfermedades infantiles que se pueden evitar mediante la vacunación y podría desencadenar un incremento de los brotes epidémicos, especialmente debidos al sarampión.
De acuerdo con ambos organismos internacionales, entre enero y febrero de 2022 se notificaron casi 17 338 casos de sarampión en todo el mundo, frente a los 9 665 de los dos primeros meses de 2021, una enfermedad que al ser muy contagiosa, los casos tienden a aparecer rápidamente cuando los niveles de vacunación disminuyen.
Asimismo, señalaron que el riesgo de que se produzcan grandes brotes ha aumentado debido a que las comunidades han flexibilizado las prácticas de distanciamiento físico y otras medidas preventivas contra la COVID-19 que se habían aplicado durante el punto álgido de la pandemia, además de conflictos internacionales y falta de acceso a recursos básicos como el agua.
Catherine Russell, Directora Ejecutiva de Unicef, precisó que «es alentador que en muchas comunidades la gente empiece a sentirse lo suficientemente protegida de la COVID-19 como para volver a realizar más actividades sociales. Pero hacerlo en lugares donde los niños no están recibiendo la vacunación sistemática genera las condiciones más propicias para la propagación de una enfermedad como el sarampión».
En 2020, 23 millones de niños no recibieron las vacunas infantiles básicas a través de los servicios sanitarios sistemáticos, la cifra más elevada desde 2009, y 3,7 millones más que en 2019, mientras que hasta el 1ro. de abril de 2022 seguían aplazadas 57 campañas contra enfermedades que se pueden evitar con vacunas en 43 países; estas campañas estaban previstas desde el inicio de la pandemia, y afectan a 203 millones de personas, la mayoría de las cuales son niños.
En Cuba, el último caso confirmado por pruebas serológicas se presentó en julio de 1993. La estrategia histórica para la eliminación de la enfermedad a través de la vacuna antisarampionosa se empezó en la isla en 1971 y tiene tres componentes esenciales.
Primero se llevó a cabo una sola campaña de vacunación de alcance nacional destinada a «poner al día» la cobertura de todos los niños de 1 a 14 años, independientemente de sus antecedentes de vacunación o enfermedad, con el fin de aumentar rápidamente la inmunidad poblacional en varias cohortes de edad y reducir la cadena de transmisión, destaca un artículo publicado en la revista Scielo.
En segundo lugar —añade la publicación especializada— se reforzaron los servicios básicos de vacunación y se procuró vacunar a un mínimo de un 95 % de los niños de un año de edad. El logro y mantenimiento de una alta cobertura en niños menores de un año por medio de los servicios básicos de Salud han recibido el nombre de vacunación «de mantenimiento» y por último, se efectuaron campañas periódicas a gran escala, dirigidas a niños de 2 a 6 años de edad con o sin antecedentes de vacunación o enfermedad, a fin de evitar que el número de niños preescolares susceptibles llegue a niveles peligrosos capaces de aumentar el riesgo de un brote de sarampión.
Un proyecto para el fortalecimiento de la capacidad sanitaria cubana frente a la covid-19 será impulsado por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) en Cuba, el Gobierno de Japón y autoridades de la nación caribeña. Las acciones de esta colaboración garantizarán la seguridad humana en tiempos de pandemia, mediante el apoyo al sistema de Salud, la campaña de vacunación y la educación sanitaria. La iniciativa pasa actualmente por el proceso de compra de equipamientos y suministros por un valor superior a los dos millones de dólares. El apoyo beneficiará a 253 policlínicos y a 14 hospitales. (PL)