Publicado por Alma

Imagen tomada de La Demajagua
Por Ángel Guerra Cabrera/Rebelión
El 90 aniversario de Fidel Castro ha estimulado un rico debate de ideas en el seno de las fuerzas populares y su intelectualidad en torno a su trayectoria, las inabarcables facetas de su vida y personalidad, sus cualidades de líder y estadista y su legado teórico y práctico.
A millones nos alegra que arribe lúcido y combatiente a edad tan avanzada, como revela su artículo “El cumpleaños” (http://www.cubadebate.cu/opinion/2016/08/13/el-cumpleanos/#.V7Pxeph97IU), pero tenemos que felicitarnos también por el inicio de este debate. Sobre todo en Cuba, donde existen generaciones educadas por su presencia; valiosas y aleccionadoras anécdotas que contar por cientos de miles de revolucionarios y personas de las más sencillas sobre sus experiencias con Fidel, ya sea en su acostumbrado contacto directo con el pueblo, o por la influencia recibida de su prédica y ejemplo.
Y es que si no hubiera sido por su enorme sensibilidad social y nobleza de sentimientos, la desbordante creatividad de su pensamiento político, que rompió con dogmas y esquemas sacrosantos del marxismo oficial imperantes en nuestra región y en el mundo; su voluntad inquebrantable de luchar en las circunstancias más adversas hasta convertir los reveses en victoria y su genial liderazgo político y militar, unidos a una penetrante visión de futuro, no habría triunfado la revolución en 1959.