La #GuerraBiológica #ContraCuba (Video)

#Historia #Contrarrevolución #EEUU #Terrorismo #CIA

El futuro de nuestra Patria tiene que ser, necesariamente, un futuro de hombres de ciencia, de hombres de pensamiento. Fidel Castro

Cuba es ejemplo ante el mundo por los importantes logros en la ciencia y por la colaboración internacional en las diferentes ramas de la salud. Hombres y mujeres que trabajan en los órganos científicos del país y fuera de estos, se esfuerzan diariamente por salvar al género humano de las consecuencias de la llamada “ciencia sin conciencia”, como formulara Rabelais en el siglo XVI. Y es que nuestro pueblo ha sido objetivo de ataques bioterroristas durante los ya 60 años de Revolución. En un estudio realizado en Estados Unidos sobre los aspectos del desarme de la guerra química, biológica y radiológica, se menciona una lista de patologías contra personas, animales y plantas como armas para la guerra biológica y se reconoce el uso de estos medios como muy “efectivos” para acciones encubiertas.

La Editorial Capitán San Luis publicó en el 2008 el libro La guerra biológica contra Cuba, de Ariel Alonso Pérez donde aparecen las historias de esa guerra biológica a la que hemos sido sometidos.

Confesiones de un ex oficial de la CIA sobre las agresiones de bioterrorismo contra Cuba

En agosto de 1983, un ex oficial de la CIA reveló en visita no oficial a Cuba elementos muy interesantes sobre las acciones de bioterrorismo contra nuestro país, así como algunos de sus aspectos metodológicos. Asimismo mencionó hechos relacionados con algunos casos detectados, explicando lo siguiente:

Que conoció sobre la introducción del dengue en Cuba y los preparativos de un dispositivo de enmascaramiento —simulando un bombillo— para entrar, de forma ilegal, parte del material biológico a través del Aeropuerto Internacional José Martí. Justamente a menos de dos kilómetros de ese lugar se produjo el foco inicial en Ciudad de La Habana.

Que una colega le había manifestado que se estaba preparando una acción encubierta contra Cuba, relacionada con el uso biológico, que traería serias afectaciones a la población cubana.

Esta fuente le había dado los nombres de varias personas que participarían en la acción y le habría dicho que el grupo era de unas 10 ó 20 personas, la mayoría médicos y especialistas. Que una parte de los encargados de introducir el material en Cuba lo harían, probablemente, a través de Canadá —como turistas y con pasaporte falso—.

En 1980, en conversación con otra doctora que participó en la acción, ella le había manifestado: “Ahora nosotros tenemos el poder y el control sobre ellos —los cubanos— de la forma que queramos y no pasará mucho tiempo para que tengamos pruebas de lo que nuestros amigos hicieron en Cuba”.

Sobre la fiebre porcina africana manifestó que —aunque no conocía los detalles de la acción— sabe que la CIA tuvo que ver con eso y conoció de un experimento que se efectuó en el propio territorio de Estados Unidos de América, donde se inoculó a un grupo de cerdos, para ver el comportamiento de la cepa.

Sobre los aspectos metodológicos y las normativas para la utilización de los medios biológicos, dio a conocer que:

•       Los oficiales que trabajan contra Cuba hacen la propuesta tomando en cuenta la información que tienen, y la afectación político-económica que produciría esa acción.

•       Se utiliza como manto o fachada para las investigaciones sobre esas enfermedades a las Fuerzas Armadas de Estados Unidos de América, tratando siempre de realizar los experimentos en condiciones similares a las de nuestro país, para conocer cómo se comportaría y se propagaría, así como otros detalles.

•       A tal efecto, la CIA y las Fuerzas Armadas cuentan con casi todas las cepas de las más disímiles enfermedades, dado que la CIA tiene estrechas relaciones con las principales instituciones científicas del gobierno estadounidense.

•       La introducción se realiza a través de personas —o agentes— de alta confianza, a quienes no se les da una clara definición de la actividad que van a realizar. Deben enmascararse para que no aparezcan como estadounidenses ni que proceden de ese país. Utilizan mucho los viajes desde Canadá y la aviación.

•       Se garantiza, además, que estas personas no tengan ningún contacto con las representaciones diplomáticas, en este caso la SINA (Sección de Intereses estadounidense en Cuba).

•       Significó que el aspecto económico se considera mucho, que la acción debe causar grandes pérdidas, y las consecuencias, crear problemas políticos o tener una repercusión en este sentido.

#TráficoHumanoIlegal, mentiras y #Bloqueos, armas genocidas contra los cubanos. (Video)

#GuerreroCubano con su verdad al desnudo.- El trafico ilegal de personas organizado desde EEUU continúa costando vidas de cubanos. Vea como montan otra campaña plagada de mentiras desde el sur de la Florida regodeándose en la muerte de seres humanos y manipulando descaradamente la información. Pero la verdad llega y los aplasta.

La #ONU dice que no tiene capacidad ni mandato para investigar los biolaboratorios en #Ucrania. Así fue la respuesta a la solicitud de Rusia de iniciar una investigación sobre las actividades militares y biológicas de EEUU en Ucrania.

Últimamente pienso que vivimos en una secuela de ‘No mires arriba’

#Rusia denuncia incumplimiento de #EE.UU. y #Ucrania del convenio sobre #ArmasBiológicas

#ONU #ConflictoMilitar #Guerra #Washington

La delegación rusa ante la ONU ha presentado ante el Consejo de Seguridad del organismo un proyecto de resolución para crear un comité que investigue la actividad de los biolaboratorios de Estados Unidos en Ucrania.

El representante permanente de Moscú ante la ONU, Vasili Nebenzia, ha dirigido una carta al respecto al secretario general de la organización, António Guterres, y al presidente del Consejo de Seguridad, Michel Xavier Biang (Gabón). Nebenzia solicitó avisar sin demora a todos los miembros del ente sobre esta iniciativa, recoge RIA Novosti.

El documento pretende establecer si ha habido infracciones por parte de Washington y Kiev a la Convención sobre Armas Biológicas, que prohíbe el desarrollo, la producción y el almacenamiento de armas bacteriológicas y toxínicas, y sobre su destrucción. De acuerdo al proyecto ruso, todos los miembros del Consejo de Seguridad podrían participar en la indagación.

«De conformidad con el artículo 6 de la convención, Rusia envía al Consejo de Seguridad una queja formal, la cual incluye todos los testimonios posibles que fundamentan su consistencia, y vuelve a solicitar una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU el 27 de octubre de 2022 para mirar el proyecto de resolución propuesto», reza la carta.

Se prevé que el comité en cuestión presente un informe con los resultados de la investigación para el 30 de noviembre de 2022 y se convoque a una conferencia de revisión de los Estados miembros, que podría celebrarse entre el 28 de noviembre y 16 de diciembre en Ginebra (Suiza).

  • Semanas después del comienzo de la operación especial militar rusa en Ucrania, en marzo pasado, especialistas rusos en defensa radiológica, química y biológica estudiaron varios documentos incautados que pusieron al descubierto un proyecto secreto de EE.UU. y la OTAN que investigaba la transmisión de enfermedades de animales a los humanos.
  • En abril, el Kremlin denunció que los laboratorios biológicos «trabajan no solo en patógenos, microbios, virus, etc., extremadamente peligrosos, sino también en proyectos para crear nuevos tipos de armas biológicas dirigidas a determinados grupos étnicos».
  • El jefe de las Tropas de la Defensa Radiactiva, Química y Biológica de Rusia, Ígor Kirilov, informó en junio que decenas de laboratorios financiados por el Departamento de Defensa estadounidense fueron utilizados para estudiar virus que pueden ser transmitidos por mosquitos, como la fiebre del dengue, enfermedad de la que se produjeron varios brotes en Cuba en la década de 1980.
  • Rusia, China, Bielorrusia, Venezuela, Nicaragua, Cuba, Siria y Zimbabue exhortaron el pasado 18 de octubre, en una declaración conjunta a la ONU, a recurrir al mecanismo estipulado en el artículo 6 de la mencionada convención, en relación con las actividades biológico-militares que realiza Washington en Ucrania.