El Ballet Nacional de Cuba (BNC) encabezado por su directora, la bailarina Viengsay Valdés, iniciará el próximo 5 de abril una gira por varias ciudades de España y Portugal con algunas de sus piezas más consagradas.
Las primeras presentaciones están programadas en el teatro Campoamor de Oviedo durante el Festival de Danza 2024, de la Fundación Municipal de Cultura de esa localidad española, según el BNC en un comunicado.
En esa función, el BNC ofrecerá la pieza Don Quijote, ballet en un prólogo y tres actos con coreografía de Marta García y María Elena Llorente, sobre la original de Marius Petipa, y en versión de la legendaria bailarina cubana Alicia Alonso (1920-2019).
El Festival de Danza de Oviedo comenzó el pasado 13 de marzo y en él participan compañías españolas y extranjeras, representantes de diversas escuelas, miradas coreográficas y maneras de interpretar, entre ellas la compañía francesa Käfig, el estadounidense Pilobolus Dancer Theater y la española Compañía Antonio Najarro.
Posteriormente, el BNC tiene previsto recorrer escenarios de Sevilla, Granada, Málaga, Santander, Cádiz, Alicante, Salamanca y Lisboa.
En esta amplia gira, la compañía interpretará obras de su repertorio, como el clásico Giselle, a las que sumará Rítmicas, Majísimo, Séptima sinfonía, el Dúo de amor de Espartaco, Didenoi y La muerte de un cisne, entre otros.
El BNC es la compañía de danza clásica más importante de la isla, surgida en 1948 bajo el nombre de Alicia Alonso, fallecida a los 98 años en 2019, destacada internacionalmente por el rigor artístico-técnico de sus bailarines y una línea con predominio de la tradición romántica y clásica.
En 2018 el BNC fue declarado Patrimonio Cultural de la Nación por ser ‘máxima expresión de la escuela cubana de ballet’, condición extendida al repertorio de la compañía, su archivo de imágenes, los objetos y documentos relacionados con la institución.
El BNC acumula más de 200 giras que han incluido actuaciones en más de 70 países. Además, la compañía cuenta con un repertorio que supera los 700 títulos aportados por unos 200 coreógrafos.
Viengsay Valdés, primera bailarina y directora general del Ballet Nacional de Cuba, y Ányelo Montero, bailarín principal, se presentarán en la «Gran Gala con las estrellas» que se efectuará en el Teatro Moderno de Grosetto, Italia, el 24 de marzo, y en la que actuarán algunos de los mayores exponentes de la danza internacional.
Los bailarines cubanos interpretarán selecciones del ballet “Carmen”, de Alberto Alonso; y un pas de deux de “Love Fear Loss”, coreografía de Ricardo Amarante. En este último los acompañara en la escena el renombrado pianista cubano Marcos Madrigal. Además de ofrecer su arte como bailarina, Viengsay Valdés impartirá una clase magistral.
A la Gala asistirán Fumi Kaneko y Vadim Muntagirov, primeras figuras del Royal Ballet de Londres; Elisa Carrillo Cabrera y Mikhail Kaniski, del Ballet de la Ópera Estatal de Berlín; y Maia Makhateli, del Ballet Nacional de Hollanda, entre otros.
La «Gran Gala con las estrellas» será un espectáculo de danza clásica y contemporánea concebido por la profesora Debora Ferretti, directora y organizadora de eventos destinados a dar oportunidades a jóvenes estudiantes. De hecho, sobre el escenario, además de las estrellas de fama mundial, actuarán varios alumnos seleccionados en prestigiosas academias de Europa y nuevos talentos de las escuelas de danza de la Toscana.
La provincia cubana de Matanzas será sede del 17 al 22 de abril del campeonato internacional de bailes salón, un puente de conexión e intercambio cultural entre Estados Unidos y Cuba, afirmaron hoy los organizadores.
Estamos muy emocionados de continuar este proyecto, expresó a Prensa Latina la coreógrafa y exbailarina cubana Ana Llorente, al hablar también en nombre de Emmanuel Pierre-Antoine, campeón de bailes de salón en Estados Unidos y Michael Chapman, coreógrafo y productor de Broadway.
Radicada en la ciudad de Atlanta, Llorente recordó aquel primer encuentro en 2016 que constituyó una “maravillosa experiencia en la que participaron en La Habana unas 150 personas en un ejercicio competitivo y lo que significó en materia de intercambio cultural”.
Al anunciar el evento, los organizadores consideraron que el Cuba International Ballroom Championships “trasciende de ser simplemente una forma de arte; es un poderoso medio de expresión cultural”.
Este tipo de certamen permite potenciar lo vibrante que son “las ricas tradiciones de la danza cubana y los estilos dinámicos de los bailes de salón latinos, estadounidenses y europeos”, expresó Llorente.
Explicó que se realizarán diversos programas, talleres, eventos y colaboraciones, porque “el objetivo es unir continentes, unir comunidades y crear una experiencia de danza armoniosa que trascienda fronteras”.
Estructurado como una combinación de competencia, cumbre de danza, clínicas y talleres, el evento no solo facilitará la interacción entre bailarines cubanos y extranjeros, sino que fomentará la participación activa en talleres juntos.
El Campeonato atrae a participantes de todo el mundo, con una presencia predominante de Estados Unidos, añadió.
“Bailarines profesionales y amateurs, campeones mundiales de danza, adjudicadores de competencias, coreógrafos, bailarines cubanos y compañías profesionales convergen para compartir conocimientos y contribuir al éxito de esta experiencia única”, subrayó la convocatoria en redes sociales.
En lo personal, para Ana Llorente volver a Cuba con esta competencia que -aunque tuvo ediciones después de 2016, pero ninguna con las dimensiones de esta que ahora se prepara-, será como hacer un sueño realidad.
En la mañana de hoy, una delegación estadounidense encabezada por el poeta y empresario Andy Shallal visitó la Escuela Nacional de Ballet «Fernando Alonso».
Una delegación estadounidense, encabezada por el poeta y empresario Andy Shallal, visitó hoy la Escuela Nacional de Ballet “Fernando Alonso”, donde el también activista dedicó unas palabras a integrantes del plantel sobre sus recuerdos del pueblo cubano.
Tras el recibimiento, los visitantes sostuvieron un encuentro amistoso con profesores de la escuela, a través del cual pudieron conocer su larga historia como cuna de grandes bailarines que ahora integran el Ballet Nacional de Cuba (BNC) y otras compañías de renombre internacional, publicó el Ministerio de Cultura de Cuba (Mincult).
Dicha educación, como fue explicado en el encuentro, se extiende también a estudiantes extranjeros a través de los diferentes cursos y servicios internacionales que ofrece el Centro Nacional de Escuelas de Arte (CNEArt), añadió el organismo.
La maestra Lourdes Arnaud explicó cómo funciona esa academia en el contexto del subsistema de la Enseñanza Artística cubana y los procesos esenciales para la incorporación, como el de la captación e ingreso, parte vital de su funcionamiento.
Recibieron a los invitados la directora de Relaciones Internacionales del Mincult, Ana Margarita Morejón; la directora del CNEArt, Elizabeth Castro, y el primer bailarín del BNC y director de la escuela, Dani Hernández.
La otra parte anfitriona estuvo integrada por la subdirectora de Relaciones Internacionales del CNEArt, Zulema Armas, y la especialista de esa área en el organismo rector de la cultura en el país, Dianelis Lorenzo.
Durante las conversaciones, varios visitantes expresaron su interés por establecer futuros intercambios, así como, realizar donaciones al centro.
La delegación de Estados Unidos también pudo disfrutó del talento de los jóvenes bailarines cubanos, con la presentación de la suite del ballet “La Bella Durmiente”.
Tras ese momento de apreciar el arte de la danza clásica, Shallal se refirió a las experiencias que se lleva la delegación relacionada con la hermandad de los cubanos y sostuvo el compromiso por continuar la lucha para poner fin al bloqueo impuesto por el gobierno norteamericano.
El también filántropo concluyó su estadía en el centro con unas palabras de apoyo y afirmó que no van a detenerse hasta ver levantado el cerco, de acuerdo con el Mincult.
Dani Hernández, Primer Bailarín del Ballet Nacional de Cuba.
Dani Hernández, Primer Bailarín del Ballet Nacional de Cuba, fue designado como director de la Escuela Nacional de Ballet, informó hoy La Jiribilla, revista de cultura cubana.
Una publicación en X refiere que Hernández (Remedios, Villa Clara, 1989) fue presentado en la tarde de este miércoles en esa institución educativa como su nuevo director.
“Designado nuevo Director de la Escuela Nacional de Ballet. En la tarde de este miércoles fue presentado en la Escuela Nacional de Ballet el Primer Bailarín del Ballet Nacional de Cuba Dani Hernández como Director de esta institución educativa”.
En el acto de entrega de la nueva responsabilidad estuvieron Viengsay Valdés, directora del Ballet Nacional de Cuba; Ariadna Padrón García, directora general de Formación y Desarrollo del Ministerio de Cultura, y Elizabeth Castro Rodríguez, directora del Centro Nacional de Escuelas de Arte, publicó La Jiribilla en Facebook.
De acuerdo con el reporte, el Primer Bailarín, considerado entre las figuras cimeras del Ballet a nivel mundial, fue formado bajo la guía de Fernando Alonso, Ramona de Saá, Mirta Hermida, entre otros importantes maestros.
Su rigor técnico estilístico y su desempeño como maestro le permitirán trabajar por la continuidad de la tradición de la Escuela Cubana de Ballet, aseguró la publicación.
Este domingo el #BalletNacionaldeCuba cerró su temporada de #Cascanueces en la sala Avellaneda del Teatro Nacional y los que asistieron a la última función fueron testigos y protagonistas de una hermosa demostración de amor por la danza.
La sala estaba completamente llena, no había un solo asiento vacío en la platea ni en ninguno de los balcones. Lleno total en una de las salas más grandesdel país, extraño fenómeno si se habla de un arte tantas veces calificado de elitista.
Y es que en Cuba el ballet es hace mucho patrimonio compartido. Es, en definitiva, un arte auténticamente popular.
Que miles de personas hayan desafiado los problemas tan serios del transporte público, los rigores de la crisis para asistir a una función de ballet, habla de la capacidad de resiliencia del arte, de las gran reserva espiritual que representa y presenta.
En tiempos demandantes el arte es más que refugio: el arte es sostén y asidero.
Y el éxito de estas funciones tiene que ver también con la germinación feliz de la semilla que hace décadas sembraron los tres Alonso: Alicia, Alberto y Fernando.
Defender, preservar, estimular el ballet y todas las artes no es, como pudieran pensar algunos, un gasto estéril y caprichoso. Contra todos los obstáculos hay que defender el arte, la democratización plena del arte verdadero.
Un teatro repleto, aplaudiendo con entusiasmo y respeto a los artistas del ballet, es una muestra de la sociedad mejor a la que aspiramos.
El Proyecto Internacional “Retomando el Son Bailando Casino”, candidato a Récord Guinnes 2024, tuvo hoy su cuarto mega-ensayo en la Plaza Roja del municipio 10 de octubre, de esta capital.
La gran rueda bailable, liderada por su fundador Luis Llamo Castillo, también director de producción de la Empresa de Grabaciones y Ediciones Musicales, opta por el Guinnes del próximo año e intentará superar a Venezuela, ganadora el pasado año.
Para conquistar el título, Cuba tendrá que alcanzar una cifra de participantes de más de mil 595 bailadores y así llevarse el récord.
Considerado el Embajador del Son, Llamo Castillo convoca a todos a consultar el tutorial de la rueda de Casino más grande del mundo, el cual se encuentra en el canal de Youtube “Retomando el son Bailando Casino».
Serán más de ocho minutos de música, comenzando con la clave cubana, “y es el casino un ritmo tan universal, que hasta en China quieren bailarlo”, expresó su fundador Llamo Castillo, en anteriores declaraciones a Prensa Latina.
A raíz del Récord Guinnes de 2022 surgió el sueño de insertar a Cuba en la imponente marca lograda antes por países como Grecia, en 2014, y en Tenerife, España, en 2019.
Cuba es la madre del baile del casino, manifestó el especialista en aquella ocasión, por eso decidimos lanzarnos con esta propuesta.
Este baile surgió el pasado siglo, en 1956, en el casino de la playa, brotó de la espontaneidad del propio pueblo, donde nadie es el líder porque viene como una evolución de la contradanza hasta los tiempos actuales.
Llamo Castillo señaló también que regresaron a la iniciativa «Retomando el Son», con el objetivo de mantener vivos los valores e identidad de la nación.
El gran acontecimiento oficial tendrá lugar el 5 de mayo del venidero año en saludo al 8 de ese mes, declarado Día Nacional del Son.
Este año se celebrará nuevamente el Día Iberoamericano de la Danza con motivo del natalicio de la prima ballerina assoluta Alicia Alonso, figura cimera en la historia de ese arte, anunció hoy la compañía que fundó.
Tanto el Ballet Nacional de Cuba (BNC), que este año celebra el aniversario 75 de su creación, como diversas instituciones cubanas y de otros países, formarán parte en esta conmemoración, coincidiendo también con los 80 años del debut de Alicia en Giselle, uno de los clásicos del ballet y entre sus más legendarias interpretaciones.
La decisión de celebrar el Día Iberoamericano de la Danza fue un acuerdo tomado en una Reunión Extraordinaria de Ministros de Asuntos Exteriores de la Conferencia Iberoamericana, efectuada en 2020 en homenaje al centenario de la artista.
Además del extraordinario éxito de las memorables presentaciones de la excelsa bailarina en nuestra región, Alonso recibió los más altos reconocimientos de la crítica y de las personalidades de la cultura de todo el mundo.
La importancia del legado de Alicia Alonso a la cultura de América Latina y universal va más allá de su notoria carrera como bailarina, pues incluye también su trabajo pedagógico, coreográfico y fundacional, con el cual mostró las amplias posibilidades de los latinoamericanos para desarrollar el arte de la danza sin ninguna limitación.
El comité organizador del Encuentro de Academias de Bailes y Bailadores de Casino y Salsa, anuncia que, del 19 al 24 de noviembre de 2023, tendrá lugar, en La Habana, Cuba, su 17 edición.
Auspiciado por la Agencia de Turismo Cultural, Paradiso y organizado por las Agencias Clave Cubana y Musicalia, pertenecientes a la Empresa Artex Promociones Artísticas y Literarias, este año, el encuentro estará dedicado al Chachachá, como género musical danzario, patrimonio cultural cubano y a su creador, Enrique Jorrín, músico, compositor, violinista y director de orquesta, de gran prestigio nacional e internacional.
Como se ha hecho habitual, el programa incluye talleres de casino impartidos por profesores del sistema de la enseñanza artística de Cuba y 5 noches de conciertos en las que se fusionan la teoría con la práctica, que, de manera excepcional, este año, los espectáculos nocturnos se realizarán en el Sauce, Centro Cultural de Artex, mientras que la parte académica sesionara en el Hotel Meliá Habana.
Orquestas de música bailable de alta convocatoria y de manera especial, la emblemática “Orquesta Aragón”, agrupación musical, ícono de la cultura cubana, así como Elito Revé y su Charangón, Pacho Alonso y Cristian y Rey, Yumurí y sus Hermanos y Manolito Simonet y su Trabuco, conforman la nómina de los conciertos programados.
Nuevamente La Habana, designada como ciudad creativa de la UNESCO en el apartado de música, servirá de escenario para que los amantes del baile y los ritmos cubanos, procedentes de varias latitudes, a través del evento logren su sueño y a su vez, se conviertan en promotores de la identidad y cultura de la isla caribeña.
A los interesados en participar, se les informa que el paquete principal, así como de ofertas fuera de éste, se encuentran disponibles, en buró de ventas de la Agencia Paradiso Artex, así como en el resto de los receptivos cubanos y agencias de viaje fuera de Cuba.
El reciente estreno del espectáculo Dancing Island (La Isla que Baila) de la compañía Malpaso en Nueva York, abre las puertas a una fusión única de danza y música cubanas con la complicidad además del saxofonista estadounidense Ted Nash.
La pieza, surgida con el pretexto de explorar la génesis y evolución de los bailes sociales cubanos, recorre desde la rumba hasta la salsa, ritmos, movimientos y cultura de la nación caribeña con la participación en vivo de Nash y el pianista cubano Alejandro Falcón.
Estrenada en el afamado teatro Joyce, de Nueva York, esta pieza del coreógrafo Osnel Delgado demandó un arduo trabajo de meses con el reto de crearse en dos países a la vez: Cuba y Estados Unidos.
En entrevista con Prensa Latina, el director de Malpaso, Fernando Sáez, aseguró que Dancing Island permite revisitar una tradición tan rica desde el lenguaje de la danza contemporánea y acercarse de una manera celebradora a esta tradición.
La colaboración tiene como antecedente la relación artística entre Nash y Falcón en el pasado Festival Jazz Plaza 2023, en La Habana, vinculados además por trabajos anteriores con el también jazzista Arturo O’Farril.
El resultado sobre las tablas recorrerá escenarios de varias ciudades de Estados Unidos antes de presentarse en la inauguración de la próxima edición de la cita musical con el formato completo en el teatro Martí de La Habana.
TED NASH, UN «IMPOSTOR» EN LA MÚSICA CUBANA
Para el premiado saxofonista estadounidense Ted Nash, la música cubana resulta extremadamente cadenciosa, «con mucha alma y espíritu de diferentes ritmos».
Galardonado con dos premios Grammy e integrante de la orquesta Jazz at Lincoln Center, el también arreglista se considera un «impostor» dentro de la música cubana por su cercanía a esta.
«Hay tantas cosas que la música afrocubana y americana comparten, como el ritmo y la armonía. Aunque tal vez sea algo que esté en mi naturaleza, la amo muchísimo y cada vez que toco siento que la entiendo un poco más», confesó en declaraciones exclusivas a esta agencia.
A su juicio, la verdadera diferencia y peculiaridad de los sonidos de la isla caribeña están en los acordes y sus características rítmicas. «En la música cubana el ritmo es el centro, lo que hace que sea mágica. Tienes que sentirla; no es tanto algo intelectual, sino sensorial», agregó.
Nash viajará a Cuba en enero para acompañar a Alejandro Falcón y a Malpaso durante la inauguración del Festival Internacional Jazz Plaza, cita que reúne los más importantes nombres del género a nivel mundial y sirve de plataforma de lanzamiento a los nuevos talentos de la isla.
El programa en el Joyce sirvió de antesala a esta otra presentación en La Habana que espero con ansias, dijo.
MÚSICA COMO PUENTE
El estreno de Dancing Island en Nueva York consolidó aún más la estrecha relación entre sus creadores así como el vínculo entre Malpaso con el teatro Joyce.
Tras siete temporadas anteriores en la ciudad, la de este 2023 es la más compleja y, aun cuando siempre es un misterio el destino de una pieza joven, le auguramos una larga vida, remarcó el propio director de la compañía.
La complicidad entre todos surgió en enero último cuando Ted Nash viajó a La Habana y conoció a Falcón, quien a su vez fue recomendado por Arturo O’Farril, y comenzaron a desarrollar talleres de creación con jóvenes estudiantes de música y composición, recordó Sáez.
La colaboración desembocó en un concierto en el edificio de Arte Cubano del Museo Nacional de Bellas Artes, donde los bailarines de Malpaso formaron parte improvisando, algo muy retador, agregó.
Ese fue el punto de partida: de un lado la música que se creó y, de otro, el espíritu de colaboración que nos llevó a este nivel, insistió. En tanto, para el pianista y compositor cubano Alejandro Falcón, Dancing Island representó una pieza bastante retadora y compleja.
No solo por el nivel artístico que ya es suficiente, también por cómo comunicarse, enviar música de un lado a otro, cómo ensayar por separado y luego ensamblar casi en el estreno, comentó.
«Escribir para grandes formatos es maravilloso; para el músico es una actividad que te completa muchísimo. Luego, escribir para danza tiene otros cánones», agregó el también arreglista, considerado uno de los principales representantes de su generación.
Para la pieza, Falcón concibió la música, hizo arreglos al tiempo que interpreta en vivo. «A la vez tengo que hacer la conducción del espectáculo y estoy tocando el piano como solista en otras tres piezas, entonces el trabajo se hace más grande», añadió.
El espectáculo es una gran obra que consta de tres movimientos en los que la música recorre varios de los géneros más importantes de la cultura cubana.
No podemos olvidar que Cuba es un país de danza y música, apuntó; “nuestra cultura, tanto hispánica como africana de disímiles lugares recoge importantes muestras de ambas manifestaciones”.
Alma Cubanita 