#EEUU abandonó oficialmente acuerdo mundial contra el cambio climático

#EEUU es el mayor factor de inestabilidad mundial y peligro para la supervivencia del Planeta.

Aporrea

04-11-20.-Estados Unidos abandonó oficialmente este miércoles 4-N el Acuerdo de París, cumpliendo la promesa de Donald Trump de retirar al país —segundo mayor emisor de gases de efecto invernadero del mundo— del tratado de lucha contra el cambio climático.

El resultado de la reñida contienda electoral estadounidense determinará, sin embargo, por cuánto tiempo. El rival demócrata de Trump, Joe Biden, ha prometido volver a unirse al acuerdo si resulta vencedor.

“La salida de Estados Unidos dejará un vacío en nuestro régimen y en los esfuerzos globales para lograr las metas y ambiciones del Acuerdo de París”, dijo Patricia Espinosa, secretaria ejecutiva de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (Cmnucc).

Estados Unidos, no obstante, sigue formando parte de la Cmnucc. Espinosa aseguró que el organismo “ayudará a Estados Unidos en cualquier esfuerzo para volver a unirse al Acuerdo de París”.

Trump anunció su intención de retirar a Estados Unidos del pacto en junio de 2017, argumentando que su pertenencia socavaba la economía del país. Washington notificó oficialmente a la ONU su salida el 4 de noviembre de 2019, que tomó un año para entrar en vigor.

Estados Unidos es el único país de los 197 signatarios que se ha retirado del acuerdo.

Los responsables del tratado indicaron que la tarea de frenar el calentamiento global a niveles seguros será más difícil sin el poderío financiero y diplomático de Estados Unidos.

«Oportunidad perdida»

“Es una oportunidad perdida para una lucha colectiva contra el cambio climático”, dijo Tanguy Gahouma-Bekale, presidente del Grupo Africano de Negociadores en las conversaciones mundiales sobre el clima.

La retirada de EE UU provocará un “déficit importante” en las finanzas mundiales destinadas al clima, agregó Gahouma-Bekale.

Otros grandes países emisores de gases de efecto invernadero, como China, Japón y Corea del Sur, se han comprometido en las últimas semanas a alcanzar la neutralidad en emisiones de carbono, un compromiso ya asumido por la Unión Europea.

El miércoles 4-N, inversores europeos y estadounidenses —con un total de 30 billones de dólares en activos— instaron a Washington a que se reincorpore rápidamente al Acuerdo de París, advirtiendo que el país corre el riesgo de quedarse atrás en la carrera mundial para construir una economía de bajas emisiones de dióxido de carbono.

Los científicos aseguran que el planeta debe reducir drásticamente las emisiones en esta década para evitar los efectos más catastróficos del calentamiento global.

El expresidente Barack Obama se comprometió a reducir las emisiones de EE UU entre un 26 y un 28% para 2025 con respecto a los niveles de 2005 en virtud del acuerdo de París. Se espera que Biden aumente esos objetivos si es elegido.

El demócrata prometió alcanzar las cero emisiones netas para 2050 a través de un plan de 2 billones de dólares.

Falta de protección a biodiversidad desencadenará pandemias peores que el #COVID-19

Reuters

Las pandemias surgirán con más frecuencia, se propagarán con mayor rapidez, serán más costosas y matarán a más personas que el COVID-19 sin una acción audaz para detener la destrucción del hábitat que ayuda a los virus a saltar de la vida silvestre a los humanos, según un estudio publicado el jueves.

Los hallazgos sugieren que las medidas para proteger las selvas tropicales y otros ecosistemas ricos en biodiversidad para ayudar a frenar el cambio climático y salvar especies de animales y plantas también podrían prevenir pandemias.

“Resulta que al hacer algo sobre las pandemias también estamos haciendo algo sobre el cambio climático y la biodiversidad, y eso es algo bueno”, dijo a Reuters Peter Daszak, un zoólogo que presidió el estudio de 22 expertos internacionales.

El grupo descubrió que aproximadamente la mitad de un estimado de 1,7 millones de virus no descubiertos en la naturaleza podrían infectar a los humanos.

Actividades como el comercio de vida silvestre, la caza furtiva o la tala de árboles para cultivar soja o aceite de palma pueden acercar a los humanos a los patógenos. Los científicos dicen que el COVID-19 probablemente se originó en los murciélagos y comenzó a extenderse entre los humanos en un mercado de China.

La prevención sería 100 veces más barata que el costo de responder a las pandemias, pero los gobiernos hasta ahora se basan principalmente en medidas reactivas como las vacunas, sostiene el informe, que instó a una mayor colaboración internacional para frenar los riesgos.

El costo global del COVID-19 se estimó en julio entre 8 y 16 billones de dólares. Solamente en Estados Unidos podría alcanzar hasta 16 billones de dólares a fines del próximo año, según el informe.

Brasil. El sincericidio de Jair Bolsonaro ante Al Gore: invitó a Estados Unidos a «explotar» la Amazonia

La escena se produjo hace un año en el Foro de Davos pero cobra una vigencia inusitada en este momento en que la Amazonia vuelve a ser arrasada por el fuego. La filmó el director de cine alemán Marcus Vetter para su documental «The Forum». La película se estrenó esta semana en plataformas digitales y en ella Jair Bolsonaro protagoniza un diálogo insólito con el ex vicepresidente de EE.UU Al Gore. El militar ultraderechista le dice: “Tenemos mucha riqueza en la Amazonía y me encantaría explorar esa riqueza con Estados Unidos”. El político norteamericano abandonó el gobierno hace casi veinte años y abrazó la causa ecologista, un tema alejado de las prioridades del brasileño. Por eso es probable que éste no supiera con quién hablaba.

La definición del presidente sobre una cuestión tan sensible ya genera polémicas y críticas hacia su comentario en el país vecino. Su visión mercantilista sobre el principal pulmón del planeta y la circunstancia en que se produjo la conversación reavivan una problemática en la que el jefe de Estado siempre se colocó en una posición negacionista sobre la deforestación. El Instituto Nacional de Investigación Espacial (INPE) de Brasil, al que criticó con dureza en 2019, registró más de 10 mil incendios en los primeros diez días de agosto.

En la película que retrata el Foro de Davos se ve cómo departen los presidentes de los países más ricos del mundo. Vetter siguió durante dos años la agenda de su fundador, el economista alemán Klaus Schwab. El documental es sobre el evento. Con su cámara el director toma imágenes imponentes donde se ve el despliegue de helicópteros que llevan a Donald Trump hasta el pequeño pueblo de Davos en las montañas nevadas de Suiza. En dos foros sucesivos – los últimos de 2018 y 2019, ya que el de este año se postergó por la pandemia hasta 2021 -, el cineasta alemán capta momentos inéditos como el que protagonizaron Gore y Bolsonaro. En un determinado momento se cruza ante la lente el ex ministro de Economía argentino, hoy procesado, Nicolás Dujovne, como si buscara salir filmado cuando Vetter hacía foco en el presidente brasileño.

Lo más curioso del diálogo entre el ex vicepresidente de Bill Clinton y el militar es que el primero se le acerca para transmitirle su preocupación por la Amazonia e intérprete mediante se presenta: “Soy un gran amigo de Alfredo Sirkis, un exdiputado federal que ayudó a fundar el Partido Verde”. Impávido, Bolsonaro lo mira y le responde: “Fui enemigo de Sirkis en la lucha armada” ya que durante la extensa dictadura brasileña combatió en el bando contrario al del fallecido legislador. Sirkis murió el 10 de julio de este año en un accidente automovilístico en Nova Iguaçu, estado de Río de Janeiro. A fines de los años 60 ingresó en la guerrilla que lideraba el militar Carlos Lamarca, ejecutado por sus propios compañeros de armas.  Después de intervenir en algunas operaciones el exdiputado partió hacia el exilio, pasó por Chile – donde lo sorprendió el golpe contra Salvador Allende – y también vivió casi un año en la Argentina, donde trabajó como corresponsal del diario francés Libération. Recién en 1979 y con la ley de amnistía en su país pudo regresar a Brasil. En su libro «Os Carbonarios» contó su experiencia en la lucha armada contra el régimen militar que Bolsonaro todavía reivindica.

Gore en su breve intercambio con el presidente brasileño llegó a decirle: “Todos estamos muy preocupados por la Amazonía, algo que me toca profundamente”. El ultraderechista ni mosqueó. Estaba acompañado por su canciller Ernesto Araújo, un funcionario estrambótico que sostiene la existencia de otra peste planetaria, el “comunavirus”, después de que leyera «Pandemia», el último libro del filósofo esloveno Slavoj Zizek.

La principal reserva ecológica del planeta que Bolsonaro abriría a una exploración conjunta con Estados Unidos no es un lugar que algunos sectores de las fuerzas armadas brasileñas vean con la misma mirada. El coronel retirado e historiador militar brasileño Manoel Soriano Neto le dijo a Página/12 en una entrevista de noviembre de 2017: “Brasil tiene plena conciencia de que la defensa de la Amazonia propia, es un problema exclusivo de los brasileños. Las fuerzas armadas vienen haciendo todos los esfuerzos para la defensa militar de la región. Para ello están siendo utilizadas tropas, como las Brigadas de Infantería de la Selva y cuyos efectivos son entrenados para el combate en la zona tropical. El Centro de Instrucción de Guerra en la Selva (CIGS), en Manaos, capital del Amazonas, es una referencia militar para esa misión. Durante la Segunda Guerra Mundial, Brasil cedió temporalmente bases en el Nordeste a Estados Unidos, que las devolvieron tan pronto terminó el conflicto. En mi opinión, no se puede concordar con las tesis de soberanía restringida, limitada o compartida, dando lugar a que instalaciones militares extranjeras se instalen, en tiempos de paz, en el territorio nacional”.

Después de las palabras de Bolsonaro en las que invitaba a los Estados Unidos a explorar la Amazonia, el ex vicepresidente Gore le respondió: “No entiendo qué quiere decir”. El improvisado diálogo entre los dos terminó cuando se alejó del lugar, no sin antes escuchar que Bolsonaro le dijera “yo gusto mucho del pueblo americano, Brasil eligió a un presidente que gusta de los Estados Unidos”. La cámara del alemán Vetter tomó el encuentro hasta en los pequeños detalles que dejaron en evidencia cuál es el propósito del presidente brasileño para el pulmón del planeta.

Un grito global en defensa de la Amazonía Bajo el lema SOS Amazonía y Sin Amazonía No Hay Futuro

  • Protesta en la embajada de Brasil en Madrid y otra en el consulado de Málaga  han denunciado el avance de los incendios y la responsabilidad europea en la deforestación de la selva amazónica por su política comercial.
  • La acción forma parte de una movilización internacional en defensa de la Amazonía bajo las etiquetas (hashtag) #SOSAmazonía y #StopUEMercosur.
  • El fuego contribuye a la deforestación para plantar soja, caña de azúcar o tener más pasto para ganado: durante el primer semestre de 2019 la deforestación ilegal destruyó alrededor de 10.000 kilómetros cuadrados de selva.
  • La desaparición de esta selva húmeda, uno de los lugares con mayor biodiversidad del planeta, puede provocar la aparición de pandemias.

Organizaciones sociales y ambientales, como la campaña estatal No a los Tratados de Comercio e Inversión, Ecologistas en Acción y Fridays for Future, se han unido para protestar por los incendios, la pasividad de la comunidad internacional y la connivencia del presidente de Brasil, Jair Bolsonaro.

La mala gestión de la pandemia de Bolsonaro -famoso por ser un negacionista de la covid- también está afectando de manera directa a los pueblos originarios  sin ayuda o sin un plan de contingencia específico. Desde el inicio de la pandemia más de 700 indígenas han muerto.

Un estudio publicado en la revista Science en julio de 2020 revela que alrededor del 20 % de las exportaciones de soja y el 17 % de las exportaciones de carne de vacuno de Brasil a la UE están vinculadas a la tala ilegal de bosques.

Colombia es el país con más asesinatos de ambientalistas en el mundo

En el marco de las múltiples violencias que se viven en los territorios que son aquejados por un sinnúmero de actores y factores; la ONG Global Witness dio a conocer su más reciente informe titulado «Defending Tomorrow» en el que aborda la crisis climática y las amenazas contra defensores del medio ambiente y el territorio en el año 2019.

Según el informe, el 2019 fue el año más violento en la historia, del que se tiene registro, pues se alcanzó la cifra récord de 212 asesinatos en contra de ecologistas que luchan, entre otras, cosas contra los efectos de la minería, los proyectos agroindustriales y la deforestación. Esto implica un alarmante promedio de más de 4 personas asesinadas por semana.

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A nivel mundial, Colombia ocupó el primer lugar con el mayor número de asesinatos de ambientalistas registrados, siendo 64 los defensores del medioambiente que perdieron la vida en desarrollo de su labor, acercándose casi al tercio del total de asesinatos en todo el mundo con un 30% y con una considerable diferencia respecto a Filipinas que es el segundo país con un 20%.

De hecho, solo Colombia (64) y Filipinas (43) completan más de la mitad de los asesinatos en todo el mundo contra estos defensores entre los que se encuentran líderes indígenas, guardabosques, activistas medioambientales  y campesinos.

 Adicionalmente, con base en el informe se puede señalar que el desalentador panorama se extiende también a América Latina donde se registraron dos tercios de los asesinatos de todo el mundo. Según Global Witness esta es la región históricamente más afectada por las violencias desde que la ONG comenzó a publicar sus informes en 2012.

En 2019, solo la región amazónica registró 33 muertes. Casi el 90% de los asesinatos en Brasil fueron en la Amazonía y en Honduras los asesinatos aumentaron de 4 que se registraron en 2018 a 14 el año pasado, lo que lo convierte en el país con más muertes violentas por número de habitantes en 2019 seguido por Colombia.

Por otra parte, el informe arrojó que «la minería fue el sector más mortífero, con 50 defensores asesinados en 2019. Los agronegocios continúan causando destrucción, con 34 defensores asesinados […] y la tala fue el sector con el mayor aumento de asesinatos a nivel mundial respecto a 2018 con un 85% más de ataques registrados contra defensores que se oponen a esa industria y 24 defensores asesinados en 2019».

Capitalismo es barbarie: El planeta ya ha agotado su capacidad natural de regeneración para este año

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En un mundo crecientemente desigual y donde gran parte de la población vive en condiciones indignas, el despilfarro y la destrucción de recursos naturales que genera un sistema productivo depredador como el capitalismo, guiado por el principio de la ganancia, reclama un relevo urgente hacia una sociedad basada en la propiedad socializada, gestionada colectiva y democráticamente, que responda a las necesidades humanas en su conjunto y que respete el medio natural del que proceden nuestros recursos y bienestar. 

El planeta Tierra habría llegado este sábado, 22 de agosto, a su fecha de sobrecapacidad natural, es decir, cuando se terminan todos los recursos naturales que la Tierra es capaz de regenerar en el término de un año, según ha explicado el coordinador de conservación de WWF, Luis Suárez.  También ha señalado que en este 2020, el conocido como ‘Día de la Sobrecapacidad de la Tierra‘, es decir el día en que se han consumido «todos los recursos naturales que el planeta es capaz de regenerar en un año» se ha aplazado hasta el 22 de agosto, a consecuencia de la pandemia del COVID-19, ya que en los últimos años la fecha era el 31 de julio.

Esto se debería»únicamente» a la paralización de las actividades económicas, lo que habría supuesto un «menor impacto» en algunos elementos que son claves para tomar esta medición como son la tala forestal o las emisiones de gases de efecto invernadero por la combustión de combustibles fósiles. «La tendencia es muy clara: Cada año consumimos por encima de la capacidad natural del planeta de generar y de recuperarse. En estos momentos consumimos el equivalente en recursos a 1,6 planetas y solo tenemos un planeta«, ha añadido.

En este contexto, ha indicado que el Estado Español se mantendría en la media de la Unión Europea, de modo que consume 2,5 planetas cada año. En España, la fecha la fecha habría llegado el 27 de mayo.

«Vivimos en un planeta con recursos limitados. Consumimos por encima de la capacidad de regeneración de nuestro planeta. Nuestro sistema alimentario es insostenible, derrochador y genera pobreza y desigualdad«, jha denunciado.

El Día de sobrecapacidad de la Tierra es un cálculo complejo, pero con un significado sencillo ya que es la fecha en que se agotan los recursos que la Tierra es capaz de producir en un año. «Este día nos hipotecamos y entramos en números rojos, consumiendo los recursos de más de un planeta«, añade.

En su informe, la ONG denuncia también que desde 1970 la fecha no ha dejado de adelantarse ya que si en 1997 el Día de la Sobrecapacidad de la Tierra fue a finales de septiembre, en 2016 fue el 8 de agosto, mientras en 2018 el día señalado fue el 1 de agosto y en 2019 la fecha se adelantó al 29 de julio.

Por último, destaca que aún es posible detener la degradación de la Tierra y apunta que se deberían retrasar 4,5 días al año para que en 2050 se pudiera volver a vivir dentro de los límites del planeta.

Diferencias por países

Aunque la media mundial está en 1,6 planetas, existen diferencias por países. Así, Qatar lidera el ranking, según Global Footprint Network, que señala que al ritmo de consumo de un ciudadano qatarí medio necesitaría casi 9 planetas (8,83) para satisfacer la demanda de recursos.

Finalmente, advierte de que el precio de este déficit ecológico es «devastador» para la Tierra porque aumenta la deforestación global, pérdida de biodiversidad, agotamiento de las pesquerías, escasez de agua, erosión del suelo, contaminación del aire y recrudecimiento del impacto del cambio climático: «El Día de la Sobrecapacidad nos recuerda que estamos viviendo por encima de los límites de la tierra y que estamos poniendo en riesgo la existencia del planeta y del propio ser humano«.

Fuente: Agencias

Existe un 90% de posibilidades de que la civilización colapse en 20 o 40 años

Con la destrucción de los nichos ecológicos de los que depende toda la vida, la civilización se encamina hacia un colapso inevitable. Los últimos estudios estiman que esto podría ocurrir en los próximos 20 o cuarenta años. En este texto, Max Wilbert describe como la destrucción ha sido causada por la civilización industrial y que podemos hacer para llevar a cabo una transición hacia un modo de vida más sustentable.

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Un nuevo estudio publicado en Scientific Reports señala que existe un 90% de posibilidades de un colapso civilizatorio irreversible en los próximos 20 o 40 años.

El artículo publicado el 6 de mayo por el Dr. Gerardo Aquino es una investigación asociada al Instituto Alan Turing ubicado en Londres y, al profesor Mauro Bologna del Departamento de Ingeniería Electrónica de la Universidad de Tarapacá en Chile. Para ella han usado estadísticas y modelos lógicos que permiten ver la destrucción del planeta y focalizarse especialmente en la deforestación y el crecimiento de la población.

Al conectar estadísticas y tendencias en el consumo de recursos y ejecutar miles de modelos con diferentes supuestos, Aquio y Bologna predicen el curso más probable de la sociedad humana futura.

Los investigadores concluyen que la civilización tiene “una muy pequeña probabilidad, menor del 10% siendo en las estimaciones más optimistas, de sobrevivir sin encarar un colapso catastrófico.

 Esto no tiene por qué ser una sorpresa. La forma la organización social que llamamos civilización (un estilo de vida enfocado al crecimiento de las ciudades) comenzó en torno a 10000 años atrás, y desde el momento que arranca esta forma de sociedad el número de bosques se ha reducido un 46% y, los que quedan son, en promedio, mucho más pequeños y más jóvenes. Al ritmo actual de deforestación, casi todos los árboles del planeta desaparecerán en los próximos 100 a 200 años.

Además de esto, la civilización (y su forma moderna, la civilización industrial) está causando un evento de extinción masiva global, cambiando la composición de la atmósfera e instigando el cambio climático global, contaminando las montañas más altas y las fosas oceánicas más profundas con químicos industriales y plásticos, desertizando y erosionando vastas porciones de los suelos del planeta a través de la agricultura, fragmentando y destrozando el hábitat que permanecía intacto mientras crecen las redes de carreteras y la urbanización.

Cada vez es mayor el número de personas que perciben el colapso como algo terrible y, de hecho un colapso global desembocaría en un escenario de sufrimientos, enfermedades y muertes. Pero la realidad es que, gran parte de ese sufrimiento está ocurriendo ahora, causado precisamente por el funcionamiento continuo de dicha civilización industrial. Un cuarenta por ciento de todas las muertes humanas son causadas por la contaminación del aire, el agua y el suelo, según la investigación de Cornell. La pandemia CoViD-19 es un resultado directo de este modelo de civilización y la destrucción de los bosques que apareja.

Además de todo lo señalado, el colapso en este momento parece será inevitable. Como explica el libro “Deep Green Resistance” ,  “Estamos sobrepasados como especie. Es posible que una parte significativa de las personas que ahora viven tenga que morir antes de que volvamos a estar por debajo de la capacidad de carga, y esa disparidad está aumentando. Cada día, la capacidad de carga se ve disminuida por cientos de miles de seres humanos, y cada día la población humana aumenta en más de 200.000. Las personas que se suman al exceso cada día son muertes innecesarias e inútiles. Retrasar el colapso, argumentan, es en sí mismo una forma de asesinato en masa”

Si tu estas como yo preocupado o preocupada entorno a este tema, como todos deberíamos, es importante trabajar en relocalizar la producción alimentaria para llevar a cabo un transición suave que se aleje del modelo industrial agroalimentario. El colapso tiene tantos aspectos positivos (disminución de la contaminación, reducción de la tala, fin del transporte marítimo internacional, reducción del consumo de energía, etc.) como aspectos negativos (colapso de las estructuras sociales, sistemas médicos, aumento de la demanda de los bosques locales, etc.). Unos y otros deben ser gestionados y preparados.

A largo plazo el colapso beneficiará a la especie humana y a la naturaleza parando un modelo civilizatorio industrial y los derivados de este, la polución, el calentamiento global, la desertificación, etcétera. Otro físico, Tim Garret de la Universidad de Utah, ha realizado una investigación sobre el calentamiento global y ha llegado a la conclusión de que «solo un colapso económico completo evitará un cambio climático global desbocado».

Existen mas de 400 localizaciones en los oceanos muertas, han sido creadas por los fertilizantes y nutrientes desechados de las granjas industriales. Solo una de estas ha sido recuperada: la zona muerta del Mar Negro, fue sanado antes del fin de la URSS y la crisis de las granjas industriales de la región. El área es nuevamente un hogar para la vida salvaje y, los bancos de peces que existen allí dan soporte a una economía local mas fuerte.

En última instancia, nuestra salud y éxito como seres humanos es inseparable de la salud del planeta. Destruir la Tierra para enriquecimiento temporal es una forma lenta de suicidio. Pero más profundo que esto, se trata de un matricidio, parricidio, fratricidio. Es el asesinato de la propia familia. Solo prosperaremos cuando el mundo natural, nuestros parientes, también prosperen. Los seres humanos no están condenados a destruir el planeta. Podemos vivir de otras formas y, de hecho, esa es nuestra única esperanza.

Fuente (original en inglés): Deep Green Resistance News Service

Decenio 2010-2019: ¿Qué pasó en #ciencia y #salud en #Cuba?

Publicado por Alma

Por Lisandra Fariñas

Pulsar los principales hitos que se han sucedido en Cuba en los últimos diez años, nos lleva necesariamente a recorrer ámbitos esenciales del desarrollo de una nación que ha colocado en el centro de sus prioridades a la ciencia, como motor impulsor de riquezas y progreso sostenible, y a la salud de su población, como derecho, deber y aspiración primera. Compartimos diez hechos que han marcado la vida de la nación en estos ámbitos, en el último decenio.

1. Consolidación en el sistema nacional de Salud del uso de productos de la biotecnología para el tratamiento del cáncer

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#Fidel, artífice de la Tarea Vida

Publicado por Alma

Fidel prestó especial atención al Acuario Nacional, sobre el cual dijo que además de centro recreativo debía ser un sitio para el conocimiento. Foto: Archivo

Por  | orfilio@granma.cu

Cuando el 25 de abril del 2017 el Consejo de Ministros aprobó el Plan de Estado para el Enfrentamiento al Cambio Climático (Tarea Vida), el país ratificaba una vez más su posición de avanzada a nivel mundial en la lucha contra lo que es considerado el más grave desafío ambiental a encarar por la humanidad en la presente centuria.

Sustentado en un rico caudal de resultados científicos y tecnológicos acumulado durante más de 20 años de investigaciones durante las cuales pudieron  identificarse los impactos actuales y futuros de dicho proceso sobre el archipiélago cubano, se trata de un programa conformado por cinco acciones estratégicas y 11 tareas, dirigido básicamente a contrarrestar los posibles daños en las zonas vulnerables,  preservando ante todo la vida de las personas.

Tan notable arsenal de conocimientos tuvo entre sus antecedentes el estudio denominado Impacto del cambio climático y medidas de adaptación en Cuba, desarrollado en la década de los 90 del siglo XX y donde intervinieron alrededor de 100 especialistas de 13 centros científicos.

Su principal aporte fue mostrar que había una clara tendencia al aumento de la temperatura media y a la elevación del nivel del mar, además de calcular los probables escenarios del futuro comportamiento del clima en la Mayor de las Antillas en cuatro plazos de referencia: 2010, 2030, 2050 y 2100.

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