Golpe parlamentario o Revolución Bolivariana

Publicado por Alma

Mientras la oposición votaba en la Asamblea Nacional el inicio de un “juicio político” no contemplado en la Constitución, una enorme movilización en apoyo al presidente y en defensa de la democracia se realizó en Caracas (Tomado de Notas)

Mientras la oposición votaba en la Asamblea Nacional el inicio de un “juicio político” no contemplado en la Constitución, una enorme movilización en apoyo al presidente y en defensa de la democracia se realizó en Caracas (Tomado de Notas)

Por Adrián Sotelo Valencia*/Rebelión

Enmarañada en sus contradicciones la ultraderecha venezolana no se pone de acuerdo para perpetrar su golpe de Estado parlamentario. Quizás está esperando, y es seguro que es así, las órdenes de Washington.

Nuevamente la derecha, replicando el pasado, pretende dar un golpe de Estado en Venezuela. Aún con el uso de la violencia en todas sus dimensiones, el chantaje, los adjetivos peyorativos, las amenazas, los sabotajes, los desesperados intentos de desestabilización, y utilizando la Asamblea Nacional como ariete de sus intereses de clase, no ha conseguido sus objetivos, principalmente el fundamental: derrocar al gobierno constitucional y legítimo de Nicolás Maduro. Utilizando sus medios internos, movilizaciones callejeras, las guarimbas, la implementación de la escasez de los alimentos de primera necesidad, la especulación monetaria y de los alimentos a través del bachaqueo, etc., han hecho uso masivo de los medios de comunicación y de las cadenas hegemónicas a través de sus voceros más radicales (Capriles, Corina Machado, Ramos Allup, Leopoldo López) para «denunciar» la crisis económica del país, la violación de los derechos humanos por parte supuestamente del gobierno, la existencia de la dictadura, la anulación del llamado «revocatorio» que, a pesar de no cumplir con los plazos estipulados en la ley y la constitución política del país, la derecha pretendía llevar a cabo en este mismo año para deponer, o al menos intentar, al Presidente Maduro. Al constatarse, mediante las múltiples investigaciones legales realizadas por las instancias correspondientes, la existencia de decenas y centenas de miles de firmas apócrifas, atribuidas a niños y hasta a los muertos, el tribunal electoral decidió anular el 1% requerido para dar inicio al llamado revocatorio hasta que estas anomalías no queden esclarecidas y, en su caso, repuesto el proceso de recopilación de firmas autentificadas legalmente. Esta decisión del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) — que se hizo con base en las investigaciones y los resultados de tribunales locales correspondientes investidos de éstas facultades constitucionales en algunos Estados donde se constataron estos hechos fraudulentos — fue el pretexto, como era de esperar, para que inmediatamente la oposición al gobierno arremetiera y comenzara una nueva jornada de acciones callejeras y de amenazas articuladas en lo que de manera eufemística denominaron sus impulsores la «toma de Venezuela» programada para el 27 de octubre en la capital y en otros lugares del país que, ante la movilización popular de apoyo al gobierno, le impidió llegar hasta la sede del gobierno en la capital del país y, por ende, fracasar en sus tentativas.

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