#Biden cierra la frontera sur para migrantes ilegales

#Migración #EEUU

Un campamento improvisado de migrantes en Jacumba Hot Springs, EE.UU., el 12 de mayo de 2024.. Foto: Guetty Images.

El presidente de EE.UU., Joe Biden, promulgó este martes un decreto en el marco de la cual se suspende la entrada en el país de los inmigrantes que crucen ilegalmente la frontera sur.

Según precisa la Casa Blanca en un comunicado, la medida es temporal y permanecerá en vigor solo cuando las fronteras se vean sobrecargadas para facilitar a los agentes de servicios de inmigración “la rápida expulsión de las personas que no tengan base legal para permanecer en Estados Unidos”.

Además, se informa que esta política dejará de aplicarse cuando el número de migrantes ilegales sea lo suficientemente bajo como para que el sistema estadounidense pueda gestionar “de forma segura y eficaz” las operaciones fronterizas.

En este contexto, el comunicado enumera recientes iniciativas de la Administración Biden en el ámbito de la seguridad fronteriza, entre ellas el fortalecimiento del proceso de selección de solicitantes de asilo.

En concreto, el Departamento de Seguridad Nacional publicó un proyecto de norma para garantizar que los migrantes que supongan un riesgo para la seguridad pública sean expulsados lo más rápidamente posible, en lugar de permanecer en detención prolongada y costosa.

  • México y EE.UU. comparten una de las fronteras más largas del mundo y la de mayor tráfico comercial. El control del flujo migratorio ha sido y es un tema clave no solo en la agenda bilateral, sino especialmente en los procesos electorales que ambos países encaran este año.
  • Según la valoración de The New York Times, esta decisión da cuenta de “cómo la política de inmigración se ha inclinado marcadamente hacia la derecha durante el transcurso de la presidencia de Biden”.Esto se compadece con las tendencias reflejadas en las encuestas, donde una proporción creciente de estadounidenses –incluidos los demócratas– respaldan las medidas migratorias de Trump, a las que en su día se opusieron.

Inmigrantes en #EstadosUnidos, reos de una #Política

#Inmigración

#DonaldTrump, el republicano que aspira a ganar las elecciones de noviembre próximo y hacerse, por segunda vez, de la presidencia de Estados Unidos, aseguró que, ya instalado en la Casa Blanca, comenzará una deportación masiva de inmigrantes. Dijo que pudiera llegar a 20 millones durante su mandato, y que, para ello, usará la Guardia Nacional y el Ejército.

Esas afirmaciones las hizo al margen de las sesiones del Tribunal que lo juzga por uno de los varios delitos que ha cometido, tanto en su época de mandatario como en su cotidiana actividad de empresario, aferrado a hacer crecer su fortuna, que, según la revista Forbes, sobrepasa los 2 500 millones de dólares.

En estas circunstancias, los migrantes se han convertido, en Estados Unidos, en reos de una política que los hace pender de una fina cuerda.

Hay que recordar que estos seres humanos, identificados como inmigrantes, entre los que se incluyen niños, mujeres, hombres, de las Américas, de Asia o de África, arriban a esa especie de «bonanza prometida», luego de una trayectoria con estremecedoras escenas de peligros y de muerte. Todos se han propuesto llegar hasta allí con la imagen grabada del idializado «sueño americano».

Pero, cada vez más, una cantidad mayor encuentra el fin de su vida, ya sea en el tránsito por la selva, víctima de coyotes y traficantes, o se ahoga al tratar de cruzar el río Bravo. También mueren por inanición.

En la disputa política, los aspirantes a la presidencia, o a ocupar otros cargos dentro del Gobierno federal o las administraciones estaduales, han usado, y siguen usando, el tema migratorio como mecanismo político y electoral. Con ello buscan inclinar la balanza de los votos a favor de uno u otro contendiente.

En ese ambiente –bastante tóxico– unos esperan la vuelta de un reciclado gobierno republicano de mano dura, que dé continuidad al muro divisorio en la frontera sur –al estilo Apartheid– y otros prefieren que se mantenga la inercia actual. En ambos casos, no se pone coto a la cifra de muertos en el tránsito migratorio hacia territorio estadounidense.

Lo real es que hoy, cuando faltan seis meses para que se decida quién llevará las riendas de la Casa Blanca, una noticia –llegada del estado de Texas– expone la situación crítica de una ciudad estadounidense en la que la cantidad de inmigrantes muertos en la travesía hacia ese país crece por día, lo que ha colapsado las morgues y otros recursos necesarios para enfrentar el problema.

Un despacho noticioso de rt, fechado en Texas, refiere que es uno de los lugares más mortíferos en el límite entre EE. UU. y México, repleto de cadáveres de inmigrantes fallecidos en el intento de cruzar la frontera. La migración ha elevado los decesos a una cifra sin precedentes en el condado de Maverick, comunidad fronteriza que es la zona cero de la disputa entre Texas y la administración de Joe Biden, reseña ese medio.

Ante la situación, las autoridades se han visto obligadas a usar un remolque frigorífico, adquirido durante la pandemia de la COVID-19, para albergar a 28 cuerpos, refiere  la publicación.

Algunos son enterrados sin que sus familias sepan qué les pasó, pues la falta de identificación impide que sean notificadas. Los funcionarios del condado afirman que no tienen capacitación ni los suministros necesarios para recolectar muestras de adn de cada persona no identificada, como exige la ley estatal.