
El presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, criticó a quienes, en su opinión, buscan subvertir el orden del país y advirtió que no le temblaría la mano si el marco institucional fuera violentado. «Hoy estamos aquí para decir claramente que mi gobierno jamás permitirá que Ecuador descienda una vez más por la espiral de la anarquía, venga de donde venga», afirmó el mandatario. Desde una silla de ruedas, debido a su fractura de peroné, tildó de desestabilizadores a quienes hasta ahora llaman a utilizar vías constitucionales, como la renuncia o el juicio político, para poner fin a su mandato en medio de una crisis de legitimidad agravada por escándalos de corrupción y nexos con el narcotráfico.